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Todos conocemos parejas duraderas, felices, parejas que tras años de unión parecen disfrutar de unos lazos afectivos irrompibles. Sin embargo, no existe una receta universal para hacer que el amor perdure, y es que no son necesarias románticas proezas de película ni grandes gestos. No obstante, hay un ingrediente imprescindible: interesarnos por las necesidades de nuestra pareja, al igual que de las propias.
Las parejas duraderas tienen ciertas cualidades que les permiten mantener sus lazos unidos, a pesar que sea inevitable atravesar momentos difíciles. Es cierto que todas las relaciones evolucionan de diferentes formas, de acuerdo a las personalidades e intereses de cada uno, sin embargo, en general hay 'cosas en común' que son las que permiten construir una unión sólida, llena de amor y respeto. En Uppers, hemos logrado identificar 10 cualidades básicas de las parejas duraderas.
Tener los mismos hobbies e intereses que la pareja puede facilitar el entendimiento entre ambos. Incluso, es uno de esos grandes secretos de quienes duran muchos años. No hay nada mejor que coincidir en gustos a la hora de diseñar planes para compartir.
Aunque parece una simple acción más de la rutina, en realidad, es un gesto que tiene muchos beneficios para la relación. El hecho de compartir ese último momento del día juntos resulta muy placentero.
Dormir peleados es un hábito que produce un clima negativo en la relación. Por eso, las parejas duraderas procuran arreglar sus conflictos antes de ir a dormir. Además, lograr una reconciliación en la cama puede ser una excusa para disfrutar la intimidad.
Los besos, abrazos y cualquier otra muestra de afecto no son algo exclusivo del periodo de conquista. Dado que estos 'ingredientes' mantienen la conexión y complicidad, las parejas de años le siguen dando importancia, todos los días, a cualquier hora.
Cualquier tipo de relación sentimental tiene como base la confianza. Si alguno de los involucrados no consigue confiar, es probable que haya más dificultades para construir una unión saludable, feliz y, sobre todo, duradera. Cuando ambas partes muestran confianza y se dan espacio uno al otro, hay un mejor entendimiento. De paso, esto evita la aparición de sentimientos negativos como los celos e inseguridad, que pueden conducir a conflictos.
En una pareja saludable no existe la envidia y tampoco la necesidad de obstaculizar el futuro del otro. Debido a eso, una característica especial de las parejas duraderas es que piensan como equipo, y cada uno celebra los logros del otro como si fuesen propios.
No es que cada pareja invente un idioma nuevo como tal; más bien, adquieren una forma distinta de comunicarse entre sí cuando están solos o con más personas. Llega un momento en que se conocen tanto uno al otro que no necesitan ser directos con las palabras para entenderse.
A lo largo de la relación se presentan miles de situaciones en las que debe predominar la complicidad. Por ello, tras un tiempo juntos es normal que se desarrolle un clima de confianza que permite ser 'cómplices' en cualquier tipo de aspecto: sentimental, sexual o familiar.
Una relación sana respeta. Es importante que cada uno tenga su propia intimidad. Aunque habrá muchas cosas que se comparten juntos, cada uno necesita su propio espacio. Esta es una cualidad propia de las parejas duraderas, quienes aman con libertad.
Uno de los componentes principales de las relaciones largas es la buena comunicación. Existe tanta confianza entre ambos, que pueden hablar de lo que sea sin temor. Por consiguiente, están dispuestos a afrontar las dificultades con el dialogo, sin lanzar prejuicios y procurando encontrar alguna solución.
Por lo tanto, si estás decidido a crear un vínculo duradero y una relación de pareja feliz, recuerda lo esencial. Tu pareja es tu compañero y ambos sois un equipo. Interésate por el mundo del otro, por su ser esencial y admíralo. Por último recuerda observar vuestras diferencias como algo enriquecedor y encuentra la manera de ver las adversidades como un modo de salir fortalecidos juntos.