Siete trucos en los hoteles que todo el mundo tiene que conocer para sentirte como en casa
Los dormitorios de casa suelen tener persianas al contrario que en los hoteles donde solo hay cortinas que dejan resquicios por los que se cuela la luz
Te contamos cómo impedir que entre la luz en un hotel para dormir a pierna suelta y otros trucos para que te quieras quedar a vivir en él
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Cualquiera está deseando que lleguen las vacaciones para cerrar la puerta de casa y vivir por unos días a cuerpo de rey en un hotel. Tanto si es una pensión como un hotel de negocios o un cinco estrellas, puede que sea la única manera de desconectar absolutamente de la rutina y olvidarse de hacer la cama, pasar el aspirador o poner la lavadora. Solo hay un problema, ciertas habitaciones son tan poco acogedoras que enseguida echamos de menos la nuestra, lo que se acentúa aún más si el viaje es de trabajo y no de placer. En Uppers hemos recopilado los mejores trucos en los hoteles para sentirte como en casa.
1. Organización y orden
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Una de las primeras recomendaciones es aplicar las propias costumbres a la habitación de hotel. Esto quiere decir que aquellas personas que sean ordenadas por naturaleza se sentirán más a gusto enseguida si vacían la maleta cuanto antes y colocan la ropa y los zapatos dentro del armario. Por otra parte, un objeto que molesta bastante, sobre todo porque en ninguna casa está por medio, es la maleta.
El consejo es localizar un lugar donde guardarla fuera de la vista. Lo más probable es que haya espacio para ella en un zapatero o en una balda. No obstante, casi todos los hoteles disponen de una banqueta para colocarla que resulta muy útil si no se quiere vaciar. Otro truco al respecto es mantenerla cerrada.
Al contrario, para otras personas, el orden en su casa no es una prioridad, de modo que tampoco lo es en una habitación de hotel; no les molesta que estén los zapatos tirados por el suelo o que se vaya amontonando la ropa encima de las sillas. Otra posibilidad es decidir no hacer nada y por tanto no mantener ningún orden precisamente porque se está de vacaciones. En estos casos será el personal de limpieza del establecimiento hotelero el que sufra las consecuencias y dependiendo de sus condiciones laborales y su tiempo disponible puede que tenga dificultades para que el resultado de su cometido sea perfecto.
2. Una tarjeta extra para la luz
Otro aspecto que en ocasiones se olvida es que en muchas habitaciones de hotel la luz se activa colocando una tarjeta o la llave en el dispositivo correspondiente. De este modo, si esa tarjeta se coge al salir se desactiva el paso de la electricidad y no se cargará ningún aparato ya sea el cepillo eléctrico, el móvil o el portátil. La solución es colocar en ese dispositivo cualquier otra tarjeta como, por ejemplo, la de un supermercado, la del cine o la de la gasolinera. La condición es que no sea un documento importante o que tenga datos personales relevantes. Es mejor no utilizar para este cometido ni el DNI, ni el carnet de conducir, ni una tarjeta de crédito.
3. Cargadores
Con las prisas del viaje a veces los cargadores se olvidan en casa o los enchufes no son compatibles. La solución puede estar en la recepción, donde seguro que acumulan los que se han dejado otros viajeros o los ponen a disposición de los clientes, o en la televisión de la habitación, ya que la mayoría cuentan con un puerto USB.
4. Dormir a oscuras
Las habitaciones de los hoteles no suelen tener persianas sino cortinas y por mucho empeño que se ponga en cerrarlas siempre acaba entrando la luz y más por la mañana. Hay personas que necesitan la más absoluta de las oscuridades para conciliar el sueño o que no tienen prisa por levantarse porque están de vacaciones, sin embargo, esa claridad interrumpe el descanso porque se cuela por todas las rendijas. Un truco es utilizar las perchas de pantalones y faldas. Solo hay que unir a conciencia una cortina con otra haciendo uso de sus pinzas y así entrará mucha menos luz del exterior.
5. La ropa sucia
Dentro del armario hay una bolsa de plástico que el hotel pone a disposición del cliente para que haga uso del servicio de lavandería. Se puede usar para meter la ropa sucia y a su vez guardarla dentro de la maleta. En caso de que se deje a la vista el servicio de habitaciones entenderá que es para lavar en el hotel y cobrarán por ello. Por otro lado, cada vez más establecimientos han sustituido las bolsas de plástico por las de tela y lo más probable es que la cobren si el cliente se la lleva. Aquellos que no quieran pagarla tendrán que recordar dejarla donde estaba a su marcha.
6. La caja fuerte
Dejarse objetos y documentos importantes dentro de la caja fuerte al irse del hotel es más habitual de lo que parece. Evitarlo es posible metiendo dentro una prenda de ropa indispensable como es uno de los zapatos que se pretenda usar para el trayecto de vuelta. Es fácil olvidarse la cartera pero imposible salir de la habitación calzando un solo zapato.
7. La decoración
A la hora de reservar el hotel presta atención a las fotos de las habitaciones y a las de los espacios comunes. El que cualquier persona se encuentre como en su casa también depende de la decoración, de los colores de los textiles, de los cuadros y hasta de los muebles. Si todo ellos no le resulta agradable poco podrá hacer más que esconder esos cojines estridentes en un armario.