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Llega la Navidad. Momento de estar en familia, con los nuestros. Acompañados. Comiendo, disfrutando, jugando a las cartas juntos, alargando las sobremesas con fútiles conversaciones. Sin embargo, esta época del año no es igual para todo el mundo.
Según el Instituto Nacional de Estadística, 4.732.400 personas vivían solas en España en 2018. De todos ellos, el 43,1%, aproximadamente 2.037.700 tenían 65 o más años, y de ellas, 1.465.600 (un 71,9%) eran mujeres. La soledad no deseada, ya de por sí complicada, se hace aún más difícil con la llegada de la Navidad. Para concienciar sobre este problema, la ONG Grandes Amigos ha lanzado una campaña de visibilización de este colectivo.
Paquita es la protagonista de la historia que se ha hecho viral en las redes sociales. Ella pasa las fiestas con Agustín, su marido; José María, su hijo; Sharon, su nuera; Luquitas, su nieto; Alba, su nieta; y Rufo, su perro. ¿El problema? Aunque parezca que está muy bien acompañada, todos los familiares de Paquita son de plástico, son muñecos hinchables. Sin calor humano, sin sentimientos, sin alegría.
"En estas fechas en las que todo el mundo se reúne con familiares y amigos para pasarlo bien en compañía, muchas personas mayores se sienten aún más solas, bien porque aflora con fuerza la ausencia de los seres queridos que ya no están, o bien porque se hacen más palpables las dificultades de pasar en compañía unos días tan señalados", explica Mercedes Villegas, directora de Grandes Amigos, que en el último año ha acompañado a 855 mayores en la Comunidad de Madrid, Galicia y Euskadi.
Con este vídeo (que puedes ver en Uppers) quieren concienciar sobre la necesidad de tratar este problema desde un punto de vista de sociedad y también recaudar fondos para poder seguir con las actividades de seguimiento y acompañamiento de personas mayores en situación de soledad no deseada.
Otro de los actos de concienciación que están teniendo lugar en estas fechas próximas a Navidad se ha producido en Bilbao. Allí, el artista mexicano Rubén Orozco, especializado en esculturas híperrealistas, ha creado una figura en tamaño real de Mercedes, una bilbaína de 88 años que vive en soledad.
Para Mercedes, su único contacto social semanal es la atención que recibe de una voluntaria de Cáritas y la visita ocasional de algún sobrino. Ella representa a todas aquellas personas en situación de soledad no deseada, que han tenido una vida activa pero la vejez ha dificultado su autosuficiencia para salir a la calle.
"La soledad es lo más terrible que hay, algo que nunca te imaginas. Son tantas horas de estar encerrada en casa, que la soledad te come", comentó durante la presentación de la escultura. "Antes tenía mi vida, pero ahora no tengo nada; no tengo vida. Se te van muriendo los amigos, se te va muriendo la familia y eso es terrible. Es como si estuvieras muerta en vida", dijo.
Según Orozco, la obra representa, a través del gesto de Mercedes y el reloj que lleva entre sus manos, "el inevitable paso del tiempo. No quiero imaginarme una vida sin poder hablar, tocar o ver a otra persona durante mucho tiempo. Por eso hago esta obra, para combatir un miedo personal".
Ahora que llegan estas fechas se multiplican las iniciativas para evitar la soledad no deseada. Por ejemplo, el banco BBK, impulsor de la escultura en Bilbao, anunció varias iniciativas "como la creación de una red para la detección de personas aisladas, un observatorio de personas mayores de 80 años, la implantación de servicios de atención personalizada y de acompañamiento e incluso una escuela para la prevención de la soledad".
La ONG Grandes Amigos, creadora de la campaña 'Familias Hinchables en Navidad', la entidad realizará una gran fiesta, encuentros en los barrios, meriendas, talleres de adornos navideños y villancicos y excursiones para ver el alumbrado navideño. Además, reforzará su red de voluntarios para acompañar a las personas mayores en estos días y también ha lanzado una campaña de captación de fondos a través de la venta de unos calcetines solidarios.
Por último, la red de residencias ORPEA también acaba de anunciar la apertura de sus residencias en España y Portugal para las personas mayores que viven solas, ofreciendo más de 1.000 plazas para que puedan disfrutar de las cenas de Nochebuena y Nochevieja y de las comidas de Navidad y Año Nuevo "en un ambiente cálido, acogedor y familiar en compañía de residentes y trabajadores de los centros".