Motores V8 y V12: lujo y potencia al alcance de unos pocos

  • Cada vez los motores se construyen para que expulsen la menor cantidad de gases a la atmósfera y sean respetuosos con el medio ambiente, lo que ha hecho que empiecen a desaparecer algunos de los motores más exclusivos

  • Los V8 y V12 son esos motores que cualquier amante de los coches querría tener, pero con lo que contaminan y consumen, no son aptos para cualquier bolsillo

Cuando te compras un coche piensas en muchas cosas: que pueda ir toda la familia, un maletero de buen tamaño, que su consumo no sea un problema para tu bolsillo o para el medio ambiente, que tenga buenas calidades para no pasar demasiado tiempo en el taller, etc. Al final lo quieres para la comodidad del día a día, no buscas más. Pero en el fondo, si eres un amante de las cuatro ruedas te hubiese gustado tener uno de esos cochazos con unos motores espectaculares que están al alcance de muy pocos, pues un deportivo, no lo vamos a negar, no es que sea el coche más económico del mundo.

Si hay dos tipos de motores reconocidos por la gran potencia que dotan a sus vehículos son los V8 y V12, cada vez más complicados de ver en la calle, solo para unos pocos privilegiados. Han sido motores de gran repercusión a lo largo de los años en el mundo de los deportivos más exclusivos, pero la cantidad de combustible que consumen y la contaminación que producen ha hecho que poco a poco hayan ido perdiendo presencia en el mundo automovilístico o se hayan readaptado para cumplir con la normativa anticontaminación.

Los V8, un motor de potencia

El inicio de los motores V8 viene desde hace tiempo, en concreto del siglo pasado cuando Ford consiguió producir este motor masivamente, ajustando los costes y con un gran éxito, en especial en Estados Unidos, que tardó algo más en expandirse por el resto del mundo, pero que tuvo un gran éxito, hasta que incluso la Fórmula 1 los ha llegado a utilizar durante años. Los motores V8 reciben este nombre por su forma de letra V con cuatro cilindros enfrentados que se caracterizan por dar una potencia progresiva al vehículo.

Hoy en día está mayormente instalado en los superdeportivos más exclusivos, pero cada vez tiene menos presencia por su alto consumo y la introducción de otros motores más responsables con el medio ambiente. Pero eso no quiere decir que se olviden de él, pues es uno de los grandes motores creados en la historia que ha tenido un gran peso en la industria automovilística mundial.

Los V12, difíciles de encontrar

Si los motores V8 son complicados de encontrar, mejor no nos imaginemos la odisea que puede ser un V12, un motor que siempre ha estado reservado para los deportivos más exclusivos y lujosos. Si antes ya era complicado ver uno, ahora lo es más. Pero hubo un tiempo en el que muchas marcas apostaban por él, como Mercedes con su Clase S, Jaguar con su XJ-S o aquel BMW Serie 8 de los años 90 que todavía hoy nos giramos para contemplarlo si nos encontramos uno por la calle.

Si antes se reservaban para vehículos de alta gama y lujo, ahora, a pesar de que cada vez se producen menos, también está destinado a este tipo de vehículos, aunque muchos fabricantes ya lo han eliminado de su catálogo, como Audi, mientras que otros rebajan su producción progresivamente, como BMW. La marca alemana ha confirmado que los motores V12 tienen su continuidad asegurada, como mínimo hasta 2023, en parte porque BMW no quiere perder el selecto público que se interesa por estos automóviles.

Aún así, los motores V12 tienen cuerda para rato en algunas marcas, como Bentley o Rolls-Royce, bastante exclusivas y que no dudan en añadir el motor a sus modelos deportivos más lujosos. Pero la normativa anticontaminación cada vez es más estricta, por lo que las marcas que quieran seguir manteniendo estos motores tendrán que invertir en rebajar las emisiones que producen para que sean igual de eficientes pero respetando al medio ambiente.

Los motores más lujosos parece que tienen los días contados por su gran consumo de combustible y la cantidad de gases que expulsan a la atmósfera, por lo que las firmas que quieran seguir manteniéndolos en sus catálogos tendrán que ponerse las pilas para adaptarlos a los protocolos de protección del medio ambiente. Eso sí, siempre guardando su potencia y eficiencia para que sus selectos clientes no noten la diferencia conduciendo esos superdeportivos.