El efecto Pigmalión o cómo consiguió Ancelotti la remontada del Madrid: "Haberlo hecho antes, les hizo sentirse capaces"

  • En el minuto 90 el equipo merengue estaba eliminado y en 89 segundos metió dos goles que se coronó con un tercero en la prórroga

  • La psicóloga Teresa Terol nos explica el peso de la psicología en la victoria

  • "Les puse un vídeo con las 8 remontadas del año"

Lo que hizo el Real Madrid. Un solo minuto le bastó a los blancos para dar la vuelta al resultado. En el 90 el equipo merengue estaba eliminado y en 89 segundos metió dos goles que se coronó con un tercero en la prórroga. Tercera remontada en esta Champions que puede ser la decimocuarta que gane el equipo. Parece que Ancelotti es el hombre que todo lo consigue, el que logra que el ave fénix resurja de sus cenizas para acumular más y más títulos. El más aplaudido por una afición que llena Cibeles celebración tras celebración. ¿Dónde está su secreto? La psicóloga Teresa Terol nos lo explica.

El vídeo que todo lo cambió

Las gradas del Bernabéu se iban vaciando minutos antes de que acabe el encuentro. Nadie pensaba que era posible lo que pasó. Pero lo hizo. Lo hicieron. Y Carlo Ancelotti, minutos después del encuentro, lo explicó en los micrófonos de Movistar Plus.

"Les puse un vídeo con las 8 remontadas del año y terminaba 'Falta una más'. Lo hemos completado. Por lo menos empezaos la final 0-0, esto no es malo", contaba tras la victoria. El técnico aseguraba que tras unos octavos y unos cuartos muy duros, contra tres equipos capaces de ganar la Champions, era todo un éxito, complicado de explicar.

"Cuando todos pensaban que estaba acabado, ha sido suficiente un pequeño detalle, el gol de Rodrygo. Lo pusimos todo. Para ganar partidos así hay que tener un poco de suerte. El partido ha sido muy competido. Hemos puesto mucha presión y ha salido bien”.

El peso psicológico de una prórroga imposible

Un empate al final del encuentro requería un extra de motivación. Había que compensar el cansancio como fuese y Ancelotti lo tenía caro. "El aspecto más importante era el psicológico", explicaba tras el encuentro. "Cuando eres capaz de empatar en el último minuto es porque ellos (los jugadores del City) tuvieron un bajón y nosotros con el segundo de Rodrygo buscamos más y más energía. Solo controlar bien, defender bien, teníamos ventaja psicológica.

Efectivamente, el equipo entró en otra dinámica: sacrifico, suerte, energía, buenos cambios… un todo que acabó milagro blanco. "Lo que ocurrió anoche fue gracias al Efecto Pigmalión, una consecuencia psicológica que habla de cómo nuestras expectativas influyen en el resultado final de nuestras acciones. Hay estudios que demuestran que los jugadores en racha juegan mejor, precisamente por las expectativas que tiene sobre lo que son capaces de hacer. Tras haber remontado varios partidos, se vieron capaces de hacerlo una vez más", apunta la experta.

Esto se aplica a todas las situaciones de la vida porque nuestras creencias terminan moviendo nuestras acciones. "Además, tus creencias hacen que el rival se achante y ellos jueguen peor. Si el contrincante te ve capaz de conseguir algo épico va con más miedo y va a empezar a jugar peor, como así pasó", concluye Terol.