Lavado de sangre y otros tratamientos no probados: los 'timos' contra el covid persistente

  • Se calcula que en torno a un 10 o 15% de las personas que han pasado el virus sufren covid persistente

  • En algunos países de Europa, como Alemania o Chipre, se ofrecen tratamientos invasivos y no probados, como la aféresis, conocida como 'lavado de sangre'

  • Una paciente gastó más de 15.000 euros y no logró mejoría, otros sí la lograron pero no se recuperaron del todo

Cuando parecía que el covid-19 había quedado atrás, la nueva ola de contagios nos recuerda que el virus sigue al acecho con nuevas variantes que van surgiendo. Desde el principio hemos sabido que en muchas personas quedan secuelas una vez pasada la enfermedad, el llamado covid persistente, que se calcula que en torno a un 10 o 15% de quienes han pasado el virus lo sufren y siguen teniendo síntomas a largo plazo. Ahora, una investigación del British Medical Journal (BMJ) ha señalado como hay pacientes que se están poniendo en manos de tratamientos invasivos y no probados científicamente, entre ellos el lavado de sangre.

La publicación expone el caso de Gitte Boumeester, una psiquiatra de Países Bajos que se contagio de covid en noviembre de 2020 y arrastró cansancio durante semanas, atribuyéndole este síntoma a secuelas del virus que poco a poco irían desapareciendo. No obstante, al poco tiempo evolucionó a una fatiga extrema solo por caminar hasta la cocina, todo ello junto a confusión mental, palpitaciones del corazón, falta de aire o dolores de pecho durante la noche. En noviembre de 2021, tras dos intentos de volver a su puesto de trabajo, lo dejó totalmente.

La aféresis

Al cabo del tiempo se unió a un grupo de Facebook para pacientes con covid persistente donde algunos miembros le hablaron de un tratamiento en Alemania, la aféresis, también conocido como ‘lavado de sangre’. Este consiste en unas agujas grandes sobre las venas para filtrar la sangre y así eliminar lípidos y proteínas inflamatorias, un tratamiento recomendado por la Sociedad Alemana de Nefrología. No es el único lugar donde se ofrece, en Chipre existe una clínica llamada Long Covid Center que también ofrece este tratamiento, donde le recomendaron ir.

Según está investigación, en la que también ha colaborado ITV News, son miles los pacientes que han viajado a Alemania, Chipre o Suiza para ponerse en manos de este tratamiento contra la covid persistente que, en el caso de Boumeester, se gastó más de 15.000 euros y sus síntomas nunca llegaron a mejorar.

La aféresis no es el único tratamiento que ha llegado a ponerse en marcha, ya que a muchos de estos pacientes también se les ha recetado anticoagulantes bajo la hipótesis de que los síntomas del covid persistente fuesen causados por pequeños coágulos en la sangre, bloqueando el flujo del oxígeno por los capilares. Existen médicos e investigadores que creen que tanto los anticoagulantes como la aféresis pueden ser prometedores como tratamiento, sin embargo, a otros tantos les preocupa la desesperación de muchos pacientes que gasten grandes cantidades de dinero en estos tratamientos invasivos y que no están probados que sean eficaces frente al covid persistente.

La desesperación por recuperarse

La investigación también expone que en la mayoría de los países europeos los medios pueden ofrecer a sus pacientes tratamientos experimentales o medicamentos no probados siempre que crean que puede beneficiarles y se les expliquen los riesgos, así como den su consentimiento. Por eso mismo, muchos expertos critican que el Long Covid Center no especifica que sea un tratamiento experimental para el covid persistente, además de que el formulario de consentimiento pide a los pacientes que renuncien a demandar a la clínica en caso de lesiones posteriores a someterse a la aféresis.

Shamil Haroon, profesor clínico de atención primaria en la Universidad de Birminghan e investigador de diferentes estudios sobre el covid persistente, señaló que “no es sorprendente que las personas que antes estaban bien y ahora, tras el covid, están debilitadas, no puedan trabajar y mantenerse económicamente, busquen tratamientos. Pero las personas podrían ir a la bancarrota si acceden a estos tratamientos, para los cuales existe una evidencia limitada o nula efectividad”.

Un coste económico

Volviendo al caso de Boumeester, pasó dos meses en una ciudad al sur de Chipre, viviendo en un apartamento de alquiler que abandonada una o dos veces a la semana para ir a la clínica y recibir la aféresis y otros tratamientos complementarios, como oxígeno hiperbárico o infusiones de vitaminas intravenosas.

El tipo de aféresis que ofrece el Long Covid Center es uno en el que la sangre pasa por un filtro de heparina para filtrar lípidos y proteínas no deseados, un proceso que dice reduce la pegajosidad de la sangre y mejora la microcirculación. En total recibió seis sesiones, a 1.685 euros cada una, más nueve de oxígeno hiperbárico a 150 euros la sesión, y un goteo intravenoso de vitamina y una inyección de vitamina D a 50 euros cada uno.

Antes de irse, se le aconsejó una terapia anticoagulante dos veces por semana, así como otros fármacos y suplementos adicionales. BMJ encontró a pacientes como ella que no tuvieron resultados, pero contactaron con seis que sí que llegaron a notar mejoría tras el tratamiento, pero ninguno llegó a curarse del covid persistente por completo. Además, se pusieron en contacto con la Asociación de Aféresis, el grupo de Facebook que recomienda este tratamiento, pero no recibieron respuesta.