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Con el paso del tiempo, tendemos a dormir menos y peor. Atrás quedan las largas noches de sueño ininterrumpido. El estrés, las facturas, la vida adulta, la responsabilidad... Todo ello nos impide descansar como deberíamos. El calor del verano acrecenta todavía más esta falta de descanso, que se hace más dura si cabe en las personas mayores. Por ello, si el insomnio te sigue de cerca a ti o a alguno de los tuyos, te traemos una serie de consejos para que puedan conciliar de forma correcta el sueño y vuelvan a descansar como antaño.
La sensación de insomnio aparece con mayor intensidad en la etapa de la vejez. Especialmente, se hace palpable en las personas que sufren enfermedades crónicas. La Sociedad Española de Neurología apunta que el 25% de las personas que sufren alzhéimer padecen también insomnio, una cifra que alcanza el 98 % en los enfermos crónicos de Parkinson.
Hacer ejercicio de forma moderada aunque regular es muy beneficioso para la salud, en tanto que segregamos endorfinas y ello facilita el descanso nocturno. Por ello, debemos animar a nuestros mayores a que realicen algún tipo de actividad física, como caminar, montar en bicicleta o nadar. Teniendo en cuenta que nos encontramos en verano, debemos evitar que el deporte se realice en horas centrales del sol para evitar que haya golpes de calor. A primera hora de la mañana o a última es el momento ideal.
Las siestas largas no son en absoluto recomendables en tanto que entorpecen el sueño nocturno. Hay que evitar que duren más de media hora, en tanto que a partir de aquí inciden directamente a la hora de irse a dormir. Revisarlas y evitar que sobrepasen ese tiempo son aspectos clave a tener en cuenta para poder favorecer el descanso por la noche.
Las digestiones pesadas hacen muy difícil el descanso nocturno. Hay que poner especial atención a las cenas. Deben ser lo más ligeras posible para favorecer una digestión ágil que les permita ir a dormir cuanto antes. Evitar las bebidas azucaradas, la cafeína y las grandes cenas son algunos trucos a tener en cuenta para que nuestros mayores descansen de una forma correcta. ambién hay que tener en cuenta que beber mucho líquido antes de dormir hará que tengan que levantarse para ir al baño, por lo que también hay que reparar en que no beban mucha agua justo antes de dormir.
Levantarse todos los días a la misma hora, así como irse a dormir a una hora concreta es una buena forma de dormir del tirón el tiempo que sea necesario. Así, cuando se vayan a dormir, les entrará el sueño siempre al mismo tiempo todos los días. Con ello, los expertos aseguran que el sueño será más reparador y el descanso, mayor.
Un tiempo antes de irse a dormir, deben apagar cualquier dispositivo digital y comenzar a mentalizarse de que es tiempo de descansar. Ello favorece la calidad del sueño. Apagar la televisión, la radio, no hacer actividad física y dejar el móvil son consejos a tener en cuenta, ya que cualquiera de estas prácticas estimula el cerebro y hace más difícil conciliar el sueño. De esta forma, hay que hacer que se mentalicen de que ha llegado la hora de dormir.
Y por último, otro de los consejos que apuntan los expertos es la creación de un entorno que favorezca el descanso. Sin ruidos, cerrando las ventanas, apagando el aire acondicionado, bajando las persianas, apagando el teléfono... Son algunos pequeños trucos que pueden hacer que nuestros mayores terminen descansando más y mejor. Cualquier distracción puede acabar condicionando la relajación mental y física y perturbar el sueño.