Padres, hermanos y amigos: 'The AIDS Memorial' o el recuerdo entrañable a los que se llevó el sida

  • Conmemorando el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, 'The AIDS Memorial' recoge algunas historias anónimas de víctimas de la enfermedad

  • Padres, madres, hermanos o amigos, diferentes personas cuentan su experiencia para visibilizar la enfermedad

  • Rock Hudson, Magic Johnson o Charlie Sheen hicieron público que eran seropositivos

En el Día Mundial de la Lucha contra el Sida la visibilización de la enfermedad que ha matado a millones de personas alrededor del mundo es más que importante. Una enfermedad que en pleno siglo XXI sigue siendo tabú pese a que con un diagnostico temprano se puede convivir con el VIH siendo indetectable y, a su vez, convirtiéndose en intransmisible. Rock Hudson, leyenda de Hollywood, fue de los primeros en visibilizar el sida, declarándose homosexual y confirmando que padecía la enfermedad. "No estoy feliz por tener sida, pero si esto puede ayudar a otros, al menos puedo saber que mi propia desgracia tiene un valor positivo", decía el actor meses antes de fallecer. A él le siguieron más tarde otros rostros conocidos como Freddie Mercury, Charlie Sheen o Magic Johnson.

Ahora, la cuenta de Instagram 'The AIDS Memorial' ha compartido historias desconocidas de víctimas del sida, dedicatorias a amigos, padres o hermanos que, por desgracia, murieron por la enfermedad. Te mostramos algunas de los relatos contados por sus seres más queridos.

Ben Kemp

"Conocí a Ben Kemp (debajo de mí en la foto) cuando era el encargado del guardarropa en el London Apprentice en 1984. Mi chaqueta se había perdido y entablamos una conversación mientras él la buscaba (nunca la encontró). Decidió que íbamos a ser mejores amigos (yo no tenía nada que decir), y así nos convertimos. Ben era un rostro habitual en la escena londinense, con frecuentes incursiones en el mundo fetiche.

Ponerse enfermo realmente no afectó al espíritu de Ben. Durante sus hospitalizaciones cada vez más frecuentes se desconectaba la vía intravenosa, se ponía un abrigo sobre su pijama y sorprendía a sus amigos con su continuo ingenio y encanto. Lamentablemente nos dejó a todos en agosto de 1994. Lo que daría por escuchar su voz diciendo: 'Me gustaría darte un beso, pero acabo de lavarme el pelo' una vez más. Descansa en paz, mejor amigo". - por Graham Payne.

Juanma

"Juanma nació en el norte de España en 1964. Lo conocí en 1993, yo tenía 19 años, él 29. Estuvimos juntos dos años bastante revueltos. Los años 80 en España fueron un tornado para quienes vivieron su adolescencia en ese período. La nueva época era salvaje, exultante y experimental. Pero dos invitados no deseados llegaron con la nueva libertad y causarían estragos en esa generación: el SIDA y la heroína. Juanma fue una de sus víctimas.

Recibí la noticia de su fallecimiento por medio de un miembro de la familia, pero no me dijeron cuándo había muerto, creo que a principios de la década de 2000. Sobreviví y he estado viviendo con el VIH durante casi 30 años. Todavía me duele cuando echo la vista atrás y recuerdo a todos los que perdimos en esos años. Muchas gracias por mantener viva su memoria". - por Elena.

Padre, madre y hermana

"Pensando hoy en ellos: mi mamá, mi papá y mi hermana. Mi padre, Jon, fue diagnosticado en 1986 y murió en 1987. Desafortunadamente, sin saberlo, se lo había transmitido a mi madre Sarah. Mi hermana Annette nació en 1985 y también era seropositiva. Ella se enfermó y murió en mayo de 2005. Todavía no se sabía nada de eso y me dijeron que murió de neumonía. Mi mamá murió 6 meses después. De alguna manera, escapé del VIH. Pienso en ellos todos los días y deseo más que nada que pudieran conocer a mis tres hijos. Tengo la suerte de tener muchos recuerdos felices"- por Isabella Jewell.

Darryl Barton

"Mi hermano pequeño Darryl Barton, nacido en 1961, el hermano a quien le di mi Pontiac Tempest de 1968 y quien inmediatamente instaló un reproductor de cintas de 8 pistas en él; que amaba las motos y los hombres latinos; que se enamoró del mismo hombre que yo la primera vez que lo llevé a un bar gay. Me hizo sentir emancipado de muchas maneras, porque podíamos compartir abiertamente nuestras vidas y sentirme compasivo. Era un espíritu libre con un brillo en los ojos, cariñoso, divertido y adorable. Cuando Darryl finalmente les dijo a mis padres que era gay, fue un doble golpe porque le habían diagnosticado SIDA.

Descubrí lo fuerte que era mi madre: conducía desde el centro norte de Connecticut hasta Boston varias veces a la semana para cuidarlo. En su último día de vida, el 20 de enero de 1989, yo había visitado a Darryl no más de 90 minutos antes de que falleciera. Hablamos durante mucho tiempo y me dijo que estaba listo para irse, que había visto el otro lado y era glorioso. Simplemente no quería pelear más. Estaba listo para su próxima vida. Lo extraño, pero sé que estará esperando para darme un recorrido por su nuevo hogar". - por Bruce Barton.