La vitamina K, tu aliada a partir de los 50 de la que casi nadie habla

Una dieta equilibrada nos permite mantenernos sanos y recibir todos los nutrientes necesarios para nuestra salud y el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Cierto es que hay que estar alerta a posibles intolerancias o alergias a determinados alimentos que, en lugar de aportarnos todos esos beneficios que contienen, terminen perjudicándonos. Además, con la edad y la aparición de algunas enfermedades hay que tener cuidado con lo que ponemos en el plato y por eso es tan importante no olvidarnos de la vitamina K. ¿Qué alimentos la tienen? ¿Qué beneficios nos aporta al organismo?

¿Qué es la vitamina K?

La vitamina K es una vitamina soluble en grasas que se almacena en cantidades pequeñas, por lo que desaparece rápido, obligando a que tengamos que consumirlo a través de la alimentación en nuestro día a día. Principalmente se divide en la vitamina K1 y la K2. La primera se encuentra presente en las plantas de hoja verde, mientras que la segunda se produce por determinadas bacterias de la flora intestinal y que se absorbe en pequeñas cantidades.

Sus principales funciones

La importancia de la vitamina K recae en que es fundamental para funciones como la coagulación de la sangre o un efecto antiinflamatorio, además de estar implicada en el buen desarrollo de los tejidos y de los huesos, por lo que un déficit puede tener repercusiones negativas, especialmente cuando aparecen enfermedades como la osteoporosis o en la prevención de fracturas en seniors.

Por su parte, al ayudar a la coagulación de la sangre, también permite la protección del corazón o la regulación de los niveles de calcio en los vasos sanguíneos, previniendo así posibles enfermedades cardíacas. No solo eso, al pasar por el hígado, la vitamina K puede mantener controlado el hígado y algunas enfermedades hepáticas.

Importante para un envejecimiento saludable

Muchos expertos han empezado a recomendar mantener una dieta rica en vitamina K tener un envejecimiento saludable, aunque cierto es que tener una insuficiencia de esta vitamina es rara, principalmente se detecta en bebés recién nacidos. Cuando existe realmente un déficit suele ocurrir porque hay trastornos en la absorción intestinal, teniendo que cubrirlo a través de la alimentación.

Si quieres que la vitamina K empiece a tener más presencia en tu dieta, apunta los principales alimentos que tienen un mayor contenido de ella, sobre todo en vegetales de hoja verde:

  • Espinacas
  • Acelgas
  • Col rizada o lombarda
  • Coles de Bruselas
  • Berros
  • Brócoli
  • Espárragos
  • Remolacha
  • Cebollino
  • Endibias
  • Repollo
  • Kale