Europa también se ha apuntado a gravar a las energéticas, aquí ya lo anunciaron en julio para que estas empresas aportaran al Estado parte de los beneficios extra que están teniendo gracias a la guerra. Esto supone un giro brutal en las soluciones a esta crisis en la que se está apostando por el gasto público, los impuestos y las nacionalizaciones, la salida contraria a la que se optó en 2008. Como cada semana en Money Talks, Javier Ruiz analiza la actualidad económica y nos explica qué diferencia hay entre lo propuesto en Europa y en España, y cuál predomina en nuestro país.
Lo primero que debemos entender es que lo propuesto es exactamente lo mismo. De hecho, si somos muy muy pulcros, aquí ni siquiera son impuestos, aquí es una prestación patrimonial de naturaleza no tributaria. Lo único que cambia es el nombre. En Europa no se le llama impuesto precisamente porque las modificaciones de impuestos requieren de la unanimidad de todos los socios y para evitar ese trámite, se le pone el nombre de tasa.
Al utilizar estos dos términos, lo que sí supone es una diferencia de cómo entra y cómo sale el dinero. En España entra gravando las ventas de una empresa, en lugar de gravar los beneficios de la misma y en Europa al revés. En cuanto a la salida, en Europa sale a un fondo finalista, es decir, un fondo para rescatar a familias y empresas, mientras que aquí sale a los presupuestos generales del Estado donde se puede rescatar a familias o construir carreteras. Aquí se hace así por un motivo muy sencillo, el Gobierno no se fía de las eléctricas y de que no declaren todas sus ganancias.
En España hay una un principio general del derecho que dice que la norma es superior dicta sobre la norma inferior, es decir, que, si Europa aprueba ciertas cosas, España tiene que adaptar su legislación. Así que aquí, primero vamos a que el Parlamento español apruebe la nuestra y una vez que Bruselas saque la suya, nos tendremos que adaptar.
El problema es que las eléctricas y energéticas españolas ahora se están quejando y aseguran que no tienen muchos beneficios, pero protestan sin tener en cuenta que son un negocio regulado, es decir, que la regulación les garantiza beneficios porque está hecha para que ganen dinero, pero no para que ganen cantidades obscenas. O sea que esa misma regulación es la que permite topar los precios. Javier Ruiz nos explica en el vídeo cómo nos va a afectar este tope y si habrá cortes de energía durante el invierno. Dale al play