Los países árabes se están haciendo con el negocio del fútbol a través de la compra de jugadores como Cristiano Ronaldo y de competiciones como el Mundial o la Supercopa de España. El astro portugués, de 37 años, ha fichado recientemente por el Al Nassr de Arabia Saudí, país que forma parte de una candidatura conjunta, junto a Grecia y Egipto, para organizar el Mundial de 2030. "Los petrodólares se están comprando el balón entero", asegura Javier Ruiz, que esta semana analiza en 'Moneytalks' la turbia situación económica que atraviesa el deporte rey.
Lo hemos visto en Qatar, que literalmente se compró un Mundial y construyó ocho estadios en un tiempo récord, recurriendo al esclavismo y a la explotación laboral, claro. Ahora Arabia Saudí ha descubierto que esa estrategia funciona y está haciendo exactamente lo mismo. Se ha comprado un futbolista, una competición -la Supercopa de España- y seguramente se va a comprar un Mundial. Arabia Saudí tiene tanto dinero que ha decidido invertirlo en comprarse el fútbol.
Al margen de que pueda gustar más o menos, Cristiano Ronaldo se ha convertido en el jugador mejor pagado de la historia. Los datos son mareantes, y escandalosos. El ex del Real Madrid gana 363 euros al minuto. 21.000 euros a la hora. Medio millón de dólares al día. 15,7 millones de euros al mes. 200 millones de euros al año. Una barbaridad.
Pero en este caso, el problema no es de quien cobra, sino de quien paga. Una dictadura, un régimen muy conocido por todo tipo de abusos sexuales y represiones a la libertad de expresión y otros derechos humanos. Comprar un futbolista como este a este precio nos plantea una pregunta: ¿Todo está en venta? ¿El fútbol no era una cuestión aspiracional para nuestros chicos? ¿No había unos valores detrás? ¿Qué ha sido del juego limpio?
De patrocinar clubes, como Qatar con el Barcelona, hemos pasado a comprar competiciones. La Supercopa de España le supone 30 millones de euros a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), según el contrato firmado hasta 2030. Desde esa rúbrica el presupuesto de la RFEF ha subido un 138,4 por ciento. Y seguramente veamos cómo otra dictadura vuelve a albergar un Mundial de fútbol. De hecho, hoy tenemos más competiciones internacionales en dictaduras que cuando Hitler estaba vivo. Los petrodólares están prostituyendo un deporte que iba de valores. En conclusión, el fútbol parece estar en venta, y quien compra es un cliente muy turbio.
De estas cuestiones y de qué se podría hacer para cambiar esta situación habla Javier Ruiz en un vídeo en el que también nos cuenta la difícil situación de las estaciones de esquí en un invierno con apenas nieve y altas temperaturas. Dale al play.