En torno a los 45 años suele ser normal levantarse alguna vez por la noche para orinar. Se considera fisiológicamente normal miccionar de seis a ocho veces al día, incluyendo una por la noche. Hacerlo más de dos veces durante las horas de sueño es síntoma de que la próstata está creciendo y puede ser motivo de consulta médica. El especialista del Lyx Instituto Claudio Martínez-Ballesteros aborda en una nueva entrega de 'Cuestionario Prost' cuándo debemos preocuparnos.
Levantarse en mitad de la noche es señal de que estamos sufriendo nocturnia, que es la interrupción del sueño principal una o más veces por la necesidad de micción. A partir de una edad avanzada, en torno a los 70 años, se trata de una cuestión fisiológica. El propio envejecimiento conlleva una pérdida del ritmo circadiano, que es el que regula la necesidad de ir al baño.
Más allá de la edad, una de las causas más comunes de tener que levantarse varias veces por la noche son los problemas circulatorios. Pero también es común entre los diabéticos que están sin tratar, personas con insuficiencia cardiaca, con infecciones recurrentes del tracto urinario, inflamación o cáncer de vejiga, vejiga hiperactiva o hiperplasia benigna de próstata, común entre los hombres. Por lo tanto, las causas pueden ser variadas y, dependiendo de cuál sea la patología, el tratamiento será uno u otro.
"Es algo que nos va a pasar a todos y no hay que tenerle miedo", nos explica el urólogo. Cuando se tengan estos síntomas, lo recomendable es hacerse una revisión analítica, ecográfica y flujométrica que nos permita saber exactamente dónde estamos y hacia dónde puede derivar el diagnóstico. En función de eso y de valores objetivos, como el volumen de la próstata, datos de flujometría o cifras de PSA, se puede determinar si todo está bien o hacer una estimación de cuándo habrá que empezar a tratarse.
Por otra parte, si un varón a partir de los 45 años experimenta algún problema eréctil o 'gatillazo' no hay que preocuparse pero sí darle su justa importancia. Hay que tomar cartas en el asunto en el momento en el que la disfunción eréctil se repite, progresa o afecta a la vida sexual de la pareja, especialmente si el afectado además es obeso, fumador, hipertenso y no hace nada de deporte. Es recomendable consultar a un médico, ya sea urólogo o endocrino, porque probablemente estemos ante un problema de salud vascular.