Cuatro señales de que tu lavadora está hecha un asco y necesita una limpieza

La lavadora es uno de los electrodomésticos esenciales en nuestra vida, pero también es una gran olvidada en casa. Mientras que cuando nos ponemos manos a la obra para limpiar la casa, otros electrodomésticos como el microondas o el horno sí que les damos una limpieza, a la lavadora, en la mayoría de las ocasiones, ni se nos pasa por la cabeza darle un lavado, algo que deberíamos hacer con cierta frecuencia. ¿Cómo podemos saber si ha acumulado demasiada suciedad? Te mostramos las señales que te indican que tienes que coger el trapo.

Es cierto que, debido a la subida de los precios de la energía, y para que la factura no suba como la espuma, hemos optimizado mucho más cuándo ponemos la lavadora a centrifugar, fundamentalmente en las horas en las que el precio de la luz está más bajo.

La suciedad invisible

Darnos cuenta de si el tambor de la lavadora está sucio es algo que podemos hacer a simple vista y, aunque siempre suele parecer que está reluciente, no está de más pasarle un paño de vez en cuando para retirar microbios. El problema está, principalmente, en los filtros, que no los vemos y que lavado tras lavado van acumulando suciedad que hace que, al final, la ropa no salga tan limpia como queremos, a veces hasta con mal olor, sin rastro del aroma del suavizante que usamos.

Es habitual poner a lavar prendas que no es que estén manchadas, pero del uso ya les toca, como pueden ser las camisetas. Así, otra señal evidente de que tienes que hacerle una limpieza a la lavadora es que, sin estar las prendas manchadas cuando las metes, salen con alguna. También puede ser que el electrodoméstico tenga algún daño, así que si tras limpiarla sigue ocurriendo, toca llamar a un técnico.

Cuidado con la humedad

También es importante revisar con frecuencia la goma, ya que en ella puede aparecer moho. Al final la lavadora utiliza una gran cantidad de agua en cada lavado, por lo que queda humedad en ella, especial en la zona de la goma, un lugar y situación ideal para la proliferación de hongos y bacterias. Para intentar evitarlo, lo ideal es pasar siempre un trapo seco tras cada lavado, así intentamos evitar la aparición de todos esos microbios.

Finalmente, hay que revisar bien los bolsillos cuando antes de poner a funcionar la lavadora, ya que es muy probable que se escapen y se queden fuera o, si te dejas un pañuelo en el bolsillo, al deshacerse, acabe acumulándose en el filtro. Por eso mismo, aunque ni se nos pase por la cabeza, es tan importante, también para la salud de nuestra lavadora, revisar y limpiar el filtro cada cierto tiempo.