El precio del marisco se dispara: cómo congelarlo si lo compras ahora para Navidad

  • La cesta de la compra se está encareciendo, especialmente en algunos productos como el marisco

  • De cara a la Navidad se espera que aumente aún más su precio debido a la alta demanda

  • Comprar el marisco ahora es una buena opción para ahorrar y te explicamos como conservarlo en el congelador adecuadamente

Aunque cueste creerlo la Navidad está a la vuelta de la esquina. Las luces están puestas en la mayoría de las ciudades mientras la población espera su encendido oficial en los próximos días, los turrones y los polvorones ya abundan en los supermercados y los comercios tienen sus escaparates decorados para la ocasión. Con las fechas acercándose, muchos ya han comenzado a planear el menú de las cenas con algo de tiempo por miedo a un posible desabastecimiento. Además, los precios de algunos productos llevan meses al alza y se espera que sigan así en las próximas semanas con el aumento de la demanda, en especial en el producto estrella de la Navidad: el marisco, que ya de por sí sube sobre un 40% su precio en fechas navideñas.

Comprar el marisco, ahora o nunca

El marisco es uno de los productos que más sube de cara a la que posiblemente será la cesta de la compra más cara en fechas navideñas. La subida de los precios de los alimentos se ha producido por tercer mes consecutivo alcanzando en octubre el máximo registrado en julio de 2011 según ha informado la Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en su índice de precios de alimentos.

Este índice de precios de los alimentos de la FAO indica que en octubre se situó en un promedio de 133'2 puntos, lo que supone 31'8 puntos más que el mismo mes del año pasado. Y el marisco no es lo único que está subiendo su precio en la cesta de la compra, también el aceite, los refrescos o algunos tipos de carne, como la ovino o de caprino.

Ante esta continua subida de los precios que encarecen las cenas navideñas el que quiera servir en la mesa langostinos, centollos, cigalas, almejas o navajas entre los múltiples mariscos existentes lo ideal es hacerlo ahora para ahorrar de cara a las próximas subidas y congelarlo. Esto no tiene por qué influir en el sabor del marisco si preparas cada cual de la forma correcta antes de meterlo en el congelador.

¿Cómo congelar según qué marisco?

En general encontramos dos tipos de mariscos, los crustáceos y los bivalvos. En lo que se refiere a los primeros habría que hacer una distinción entre los de mayor y menor tamaño. En el caso de los más grandes, como los centollos o los bogavantes, lo mejor sería comprarlos vivos para después cocerlos según el tiempo indicado para cada uno. Una vez cocinado, hay que dejarlo enfriar para posteriormente envolver la pieza con un trapo humedecido con el agua de la cocción, acción que se repite con papel film para dejarlo bien apretado.

En el momento de meterlo en el congelador es importante colocarlo con las patas hacia arriba para que de esta manera el caparazón mantenga sus jugos. Una vez sepas cuándo lo vas a consumir, hay que descongelarlo durante 24 horas en la nevera, en la parte menos fría. No obstante, desde la empresa especializada Mariscos O'Grove recuerdan que, por ejemplo, en el caso de las langostas o los bogavantes, si se van a cocinar a la plancha sí que es mejor congelarlos en crudo.

Con otros crustáceos más pequeños, como las gambas o los langostinos, lo mejor es evitar comprarlos congelados estando ya cocidos. Como en el caso anterior, lo ideal es comprar el marisco fresco y cocinarlo antes de congelarlo. Si los vas a hacer a la plancha también se repite la fórmula de congelarlos crudos.

En lo que respecta a los bivalvos se pueden congelar de las dos formas, tanto crudos como cocinados. Cuando se congelen estando crudos hay que envolverlos muy bien en film o, mejor aún, con una máquina de vacío, además de lavarlos bien y revisar que ninguno esté en mal estado. Lo que sí hay que tener en cuenta es que los mejillones siempre es mejor congelarlos estando ya cocinados con un poco de agua de la cocción.