La familia Coppola dispone de diversas propiedades en Italia, Guatemala, Argentina y Belice a las que llama escondites en las que aquel con capacidad económica puede alojarse para su disfrute. En este último país cuenta con diversos complejos exclusivos y uno de ellos es una pequeña e idílica isla que ahora se ha puesto en venta por más de dos millones de dólares. Desde Uppers hemos comprobado cómo es la isla privada de Francis Ford Coppola en el Caribe.
La misma web en la que se puede reservar una estancia en cada uno de estos lugares privilegiados detalla que cuando los Coppola, Francis y Eleanor, casados desde 1963, llegaron a Belice por primera vez, quedaron prendados de su belleza, de su naturaleza exuberante y de las aguas cristalinas del mar Caribe que baña la costa del país. La isla que ahora está en venta la compraron en otoño de 2016 y se llama Coral Caye. Es pequeña, de menos de una hectárea de extensión, pero dispone de todas las comodidades para dejar que el tiempo pase sin prisa en ella.
Coral Caye se encuentra a ocho millas de Placencia, una zona turística de playa de la costa caribeña de Belice. En este lugar la familia también dispone de otro complejo hotelero, el Turtle Inn, desde el que ofrecían salvar el trayecto hasta la isla que dura unos 25 minutos en lancha.
Las construcciones de la isla son sencillas y acordes al lugar y las costumbres de los habitantes costeros de Belice. Son dos viviendas, la cabaña de coral y la casa caballito de mar, y otra de mayor tamaño, la gran casa, para que se alojen cómodamente un total de diez personas. Están fabricadas en madera sobre pilotes con su porche donde pasar la tarde en una hamaca o dejándose llevar por el entorno. Están rodeadas de palmeras y construidas sobre un suelo de arena fina y blanca. La decoración de cada espacio es sencilla con telas vaporosas y espacios abiertos con los colores blancos, ocres y rojizos de la costa y de la playa.
En la gran casa hay distintos espacios como una gran sala de estar cuyo suelo es de la misma arena de la playa, una barra de bar, cocina, comedor, zona de juegos y dormitorios. Todo el complejo dispone de autonomía energética gracias a paneles solares. La isla también dispone de su propio pantalán o muelle desde el que coger el barco. También se emplea como plataforma para tomar el sol o pescar e incluso cuenta con metros suficientes como para organizar un almuerzo o una cena romántica.
La propiedad está protegida por una barrera de coral lo que la hace más atractiva todavía. La barrera deja las aguas tranquilas lo que permite nadar, practicar snorquel, navegar en kayak o remar. Además, es lugar de descanso de múltiples aves exóticas que llegan hasta aquí para alimentarse o descansar de su trasiego.
Esta isla paradisiaca que enamoró al matrimonio Coppola está en venta por 2,19 millones de dólares. Los expertos aseguran que el precio es modesto comparado con lo que suele pagarse por otras islas de similares características que llegan a alcanzar los 100 millones de dólares. Aunque en este caso, en Coral Caye las construcciones sencillas, no hay una impotente mansión con piscina infinita ni helipuerto.