Me he comprado un coche eléctrico, ¿puedo cargarlo en casa si tengo instaladas placas solares?

  • La combinación de coche eléctrico cargado con placas solares sería la ideal y más sostenible

  • Aún así, hay que tener en cuenta varios aspectos, como saber si tienes la instalación perfecta para ello

  • La potencia que necesitamos también para el hogar o la hora en la que se carga el coche, otras cuestiones a tener en cuenta

La conciencia sobre una movilidad más sostenible con perspectiva de futuro sigue creciendo en España y en los países de nuestro entorno. En el primer semestre de 2021 más de un millón de vehículos eléctricos Esta movilidad más sostenible y responsable requiere de ciertos cambios, pues dejamos atrás los combustibles fósiles por energías más limpias para nuestro coche. Muchos de los que optan por este relevo también han hecho cambios en sus hogares con instalaciones de autoconsumo eléctrico. Entonces, si tienes un coche eléctrico y placas solares en casa, ¿puedo cargarlo con total normalidad?

El autoconsumo está en auge. Durante 2020 se triplicaron sus cifras alcanzando los 113'24 megavatios generados por placas solares instaladas solo en el sector residencial, para uso doméstico. De esta manera, el coche eléctrico y las placas solares serían la combinación perfecta en cuestiones de sostenibilidad, aún así hay que tener en cuenta el tipo de instalación que tenemos en casa. A día de hoy existen dos tipos de instalaciones fotovoltaicas.

¿Qué tipo de instalación tienes en casa?

Por un lado está la aislada, la cual funciona de manera independiente a la red eléctrica. Con este tipo de instalación se capta la energía solar con los paneles de la propia placa y se almacena la energía en baterías. Pese a que es una buena opción, hay que tener en cuenta que durante la consecución de varios días nublados no se podría cargar el vehículo, ya que la energía acumulada también va destinada para el resto del hogar y durante esas jornadas no se han podido recargar las baterías por falta de luz solar.

En lo que respecta al modelo de autoconsumo, la instalación fotovoltaica sí que está conectada a la red eléctrica, aunque puede ser de dos maneras diferentes. O bien con excedentes y sin compensación, que no está indicada para los hogares, o bien con excedentes y compensación. En este último la casa puede obtener energía tanto de sus placas como de la red eléctrica debido a que en caso de excedente, lo que sobra va a parar a la red, permitiendo un ahorro en la factura por una compensación por parte de la comercializadora con un precio acordado previamente.

Si se posee una instalación conectada la parte buena es que también se puede añadir un control dinámico de potencia, que lo que consigue es regular la potencia transformada por los paneles solares y la energía de la red contratada mientras el coche se está cargando. De esta manera, lo que se puede lograr es que mientras cargamos el vehículo solo se use el excedente de energía recogida por las placas. Por el contrario, también se puede optar por una carga rápida combinando la energía de los paneles con la contratada, ofreciendo así diferentes posibilidades para no quedarte nunca sin tu coche.

Otros aspectos a tener en cuenta

Sin embargo, también hay que tener en cuenta la potencia que necesitamos no solo para abastecer a nuestro vehículo de energía, también a nuestro hogar para el consumo diario, que varía de una casa a otra y también según la capacidad de la batería de cada coche. Un panel solar suele proporcionar entre 150 y 500 W de energía dependiendo de la situación geográfica y las horas de sol con las que cuente cada punto geográfico. Así, las baterías de los híbrido enchufables suelen partir desde los 13'2 kWh hasta los 50 o 75 kWh de los vehículos totalmente eléctricos.

No obstante, una de las recomendaciones principales cuando cargamos el coche teniendo paneles solares es intentar hacerlo de día, más aún si está soleado. Durante la noche no hay luz, por lo que no se genera energía, por eso es durante las horas centrales cuando mejor viene cargarlo, aunque muchos, por incompatibilidad de horarios, tengan que hacerlo a última hora de la tarde o cuando ya ha caído el sol.