'La Roca' regresa a la tienda en la que robaba chocolatinas de niño y se deja 300 euros

Dwayne Johnson, ‘La Roca’, es uno de los actores mejor pagados de Hollywood, lo que no quita que parte de su vida no haya sido precisamente fácil. Durante su infancia en Hawái pasó por momentos complicados y, tal y como ha relatado en su Instagram, “no tenía ni un duro”. Debido a eso, cuenta, “solía robar Snickers (una marca de chocolatinas) todos los días durante casi un año cuando tenía 14 años de camino al gimnasio”, confesaba hace unos días en sus redes sociales.

Su gesto

Nunca le pillaron o, si lo hacían, no le decían nada. “Todos los días estaba la misma dependienta y siempre se limitaba a girar la cabeza, nunca me llamaba la atención”, explica el actor. Por ello, ‘La Roca’, que estuvo hace unos días en Hawái, pasó por esa tienda y vació absolutamente toda la estantería de chocolatinas y las compró, explicando al personal que lo hacía para “enmendar un error del pasado”.

Al pasar por caja, el actor de ‘Fast & Furious’ o ‘Black Adam’, se desembolsó casi 300 dólares en chocolatinas, una cantidad parecida en euros. “He exorcizado grandes demonios a lo largo de los años (todavía me quedan algunos). Sé que parece muy tonto, pero cada vez que vuelvo a Hawái y paso por el 7-11… Siempre he sabido que tenía que entrar y llevarme todas las barritas de Snickers que tenían. Era lo correcto”, ha explicado Johnson.

Una oportunidad para enmendar sus errores

Dwayne Johnson es uno de los cinco actores mejor pagados del último año, solo por ‘Black Adam’ se ha embolsado más de 22 millones, ha ido como uno más al supermercado y se ha sacado fotos comprando y con el personal de la tienda, todas ellas mostradas en su perfil de Instagram y en un vídeo de Facebook.

‘La Roca’ pasó unos años duros durante el tiempo que vivió con su familia en Hawái, siendo desahuciados de su casa en 1987, cuando solo tenía 14 años, lo que provocó que abandonasen el archipiélago. Ahora, ha podido quitarse esa espinita que ha tenido clavada durante décadas e incluso pagó lo que todo el mundo compró durante el rato que estuvo en la tienda.

“No podemos cambiar el pasado y algunas de las cosas tontas que hemos hecho, pero de vez en cuando podemos añadir una pequeña nota de gracia redentora a esa situación, y quizá dejar una gran sonrisa en la cara de un extraño”, concluyó en su post de Facebook.