Cómo poner el aire acondicionado sin arruinarte: modos de optimizarlo para ahorrar en la factura

Con la llegada de la primera ola de calor del año muchos usuarios han comenzado a tirar del aire acondicionado. El problema es que las nuevas tarifas de la luz disparan el precio de las facturas con el uso de estos aparatos. Aún así, existen métodos para ahorrar en su consumo y no elevar de manera significante el recibo a final de mes:

Elegir un aparato eficiente

La calificación energética del aparato nos puede ayudar a ahorrar, con lo que recomienda buscar aires acondicionados A+++ con tecnología inverter, que permitirá evitar picos de corriente. De esta manera, nuestra factura se reducirá a medio plazo.

La temperatura ideal para ahorrar

La temperatura es uno de los aspectos clave para el consumo del aire acondicionado. El Instituto para la Diversificación del Ahorro y la Energía, del Ministerio de Industria, Energía y Consumo, establece que la temperatura ideal en un ambiente de vivienda está ubicada entre los 23 y los 25 grados.

Entre 26 y 27 grados el ahorro es incluso mayor pero habrá más sensación de calor. En cambio, al descender de los 23 grados el aire tiende a estar más reseco y aumenta el consumo de energía. Según el IDAE, cada grado que desciende la temperatura supone entre un 5% y un 7% de gasto elevado para el consumo y la factura de final de mes.

Cuándo encender el aire acondicionado

También habría que evitar poner el aire acondicionado en los tramos horarios de luz más caros -de 10:00 a 14:00 horas de 18:00 a 22:00 horas- y y no encenderlo cuando no estemos en casa. Es importante eliminar el consumo fantasma apagando el piloto led de color rojo que, habitualmente, se queda encendido a pesar de tener el aire acondicionado apagado.

Revisar los filtros

Mucha gente no lo tiene en cuenta, pero la limpieza y revisión de los filtros es un factor fundamental. Lo ideal es limpiarlos, como mínimo, dos veces al mes para alcanzar una mayor calidad y eficiencia energética del aparato. La limpieza es un operación sencilla. Solo hay que levantar la tapa del aparato, siempre cuando esté apagado, y lavarlos con agua y jabón neutro, nunca con lejía o productos agresivos. Mejor usar guantes y mascarilla mientras se procede a la limpieza.

Ventilar la casa

También es importante ventilar la casa para que el aire del interior de nuestro hogar se renueve. Otra buena idea es abrir la ventana o puerta situada en el lugar en el que corre el aire junto con la ventana o puerta del lugar opuesto, para generar corrientes de aire naturales. No obstante, no es recomendable tener puertas y ventanas de las estancias abiertas mientras que está en funcionamiento el aparato. De hecho, lo ideal es dejarlas cerradas para mantener la temperatura en el espacio en el que te encuentras.