¿Cómo se puede calcular el consumo eléctrico de una vivienda?

Con el incremento del precio de los combustibles también se ha disparado el de la luz. Desde Uppers vamos a explicar cómo calcular el consumo eléctrico de una casa. Al saber dónde hay más gasto se podrá analizar cada situación y si es posible reorganizar los hábitos con el objetivo de reducir la factura.

El consumo eléctrico es el volumen de energía que se utiliza durante un periodo: una hora, un día, una semana o un mes. La unidad de medida es el kilovatios hora (kWh). Son las comercializadoras eléctricas quienes determinan el precio por kWh a la hora de facturar. Para conocer cuál es el consumo eléctrico concreto de una vivienda es necesario recorrer todas las estancias de la casa y tomar nota de lo que consume luz, desde las bombillas hasta el secador. Habría que hacer un listado de todos los aparatos y de los sistemas de iluminación junto a la potencia de cada uno de ellos y especificar el tiempo que se mantienen encendidos. La suma de ese gasto energético conjunto durante por ejemplo un mes da lugar al consumo eléctrico total que los proveedores reflejan en la factura.

Este proceso de análisis es un buen ejercicio para poner sobre la mesa las costumbres de un hogar con una finalidad: mejorar la eficiencia energética. Es decir, preguntarse si cabe la posibilidad de modificar los hábitos o cambiar los aparatos de mayor consumo por otros más eficientes y que gasten menos. Con la reducción del consumo de electricidad, por un lado, se rebaja el importe final de la factura y se paga menos y, por otro lado, se disminuye el impacto de cada hogar en el medio ambiente.

Es más, en prácticamente todas las viviendas españolas ya se han instalado contadores inteligentes que reflejan la lectura real de consumo con mayor fiabilidad que los contadores anteriores y que además permiten consultar los datos a distancia.

Tal como ha publicado Red Eléctrica Española (REE), en los hogares españoles el consumo medio cada mes es de 270 kWh, lo que al año se convierte en 3.272 kWh. Esta cifra es más elevada para el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) que en su informe Consumos del Sector Residencial en España (2020-2019) afirma que asciende hasta los 3.487 kWh anuales de media. Lo interesante de este informe es que desgrana el consumo por segmentos: la calefacción abarca el 7,4%; el aire acondicionado supone el 7,5%; los electrodomésticos de la cocina absorben el 9,3% donde la nevera consume el 2,3%; la iluminación representa el 11,7%; y los restantes electrodomésticos o aparatos electrónicos el 55,2%. El informe también destaca que la función stand-by supone un consumo del 6,6%.

También es importante tener presente cuál es el consumo de cada aparato en concreto, debido a que ciertos electrodomésticos no solo son de los que más electricidad requieren, sino que se mantienen encendidos durante las 24 horas al día como es el caso de la nevera.

Consumo de cada aparato electrónico en casa

Este es el listado del consumo de cada aparato con respecto del total del hogar y su rango de potencia habitual:

  1. Frigorífico: consume el 30,6% del total del hogar. Rango de potencia habitual 200-400 W, que equivale a 0,2-0,4 kW.
  2. Televisor: consume el 12,2% del total del hogar. Rango de potencia habitual 100-400 W, que equivale a 0,1-0,4 kW.
  3. Lavadora: consume el 11,8% del total del hogar. Rango de potencia habitual 1.500-2.200 W, que equivale a 1,5-2,2 kW.
  4. Función stand-by: consume el 10,7% del total del hogar.  
  5. Horno: consume el 8,3% del total del hogar. Rango de potencia habitual 1.200-3.000 W, que equivale a 1,2-3 kW.
  6. Ordenador: consume el 7,4% del total del hogar. Rango de potencia habitual 200-300 W, que equivale a 0,2-0,3 kW.
  7. Congelador: consume el 6,1% del total del hogar. Rango de potencia habitual 1.000-1.200 W, que equivale a 1-1,2 kW.
  8. Lavavajillas: consume el 6,1% del total del hogar.  Rango de potencia habitual 1.500-2.200, que equivale a 1,5-2,2 kW.
  9. Secadora de ropa: consume el 3,3% del total del hogar. Rango de potencia habitual 1.000-2.500, que equivale a 1-2,5 kW.

Tomando como ejemplo un televisor con una potencia de 200 W, es decir de 0,2 kW, si se mantiene encendido dos horas al día, su consumo diario es de 0,4 kWh, tras multiplicar los kilovatios por el tiempo, con lo que su consumo mensual, tras multiplicar por los 30 días, es de 12 kWh.

Este mismo ejercicio se puede realizar con cada aparato del hogar de modo que al final se obtiene el consumo exacto. De ahí la importancia de apostar por electrodomésticos y una iluminación que sean capaces de ser eficientes al máximo con el mínimo gasto. Aunque, dejando a un lado la calefacción y el aire acondicionado, los cuatro electrodomésticos que más consumen ya mencionados son: la nevera, que según el informe del IDEA consume unos 655 kWh al año; el televisor, donde el mismo informe apunta que su consumo anual es de 119 kWh; la lavadora, con un consumo de unos 254 kWh al año; y el horno, que si se usa dos horas a la semana, al año suponen unos 150 kWh.