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En casa estamos valorando la posibilidad de convertirnos en ermitaños o vivir en una cueva… es una broma, claro. Aunque todo es posible cuando nos vamos a la cama cada día acongojados ante los próximos recibos de la luz o del gas. Y todavía no ha empezado el frío. Por si fuera poco, recientemente nos hemos encontrado con que la factura del agua puede variar hasta en 280 euros al año según donde vivas. Es una de las principales conclusiones de un estudio elaborado por Facua. En Uppers, hemos revisado a fondo este análisis para conocer cuánto es una factura normal de agua y tener claro quién regula el precio del agua en España.
Cada hogar recibe una factura de agua en la que se nos cobra el suministro con un precio por el abastecimiento y su posterior depuración. Existe una cantidad fija y otra variable en función del consumo. Los ayuntamientos son los que determinan qué empresa se encarga de dicho suministro en su localidad y nosotros como consumidores no podemos elegir otra.
FACUA-Consumidores en Acción es una organización sin ánimo de lucro que defiende los derechos de los consumidores. Tras analizar las facturas del suministro domiciliario de agua en 57 ciudades españolas hasta julio pasado, ha destacado que los importes varían hasta un 479% de una localidad a otra teniendo en cuenta las tarifas para 2021.
Según esta entidad, en todos los supuestos contemplados, la ciudad más cara es Ceuta, con un servicio de suministro gestionado por una empresa pública, seguida por Murcia, con un servicio de compañía mixta, para un consumo de 9 metros cúbicos mensuales, independientemente de los contadores de 13 mm o de 15mm.
Las urbes que se posicionan detrás de Ceuta y de Murcia son Cádiz, Valencia y Palma de Mallorca con contadores de 13 mm de diámetro. Por su parte, con contadores de 15 mm las siguen Valencia, Huelva y Cádiz.
En Ceuta los hogares tienen que hacer frente a 28,04 euros por 9 metros cúbicos mensuales y un calibre de contador de 13 ó 15 mm. En cambio, en León, bajo las mismas condiciones y un modelo de gestión mixto, abonan 4,84 euros al mes antes de sumar los impuestos indirectos. Si agrupamos las 12 facturas del año, los domicilios de Ceuta pagan hasta 278,50 euros (antes de impuestos) de más frente a los de León. Además, cuando el consumo se incrementa hasta los 13 metros cúbicos al mes, las variaciones entre una ciudad y otra pueden alcanzar los 329,33 euros anuales.
Siguiendo con las facturas más bajas, después de León con esos 4,84 euros mensuales, le siguen Palencia, Soria, Oviedo y Ourense.
El estudio también avanza que, de las 57 ciudades analizadas, 52 no han modificado sus tarifas en 2021. De las restantes ciudades, San Sebastián es donde más se ha incrementado el recibo con un 2,4% (para 9 metros cúbicos mensuales) y un 2,6% (para 13 metros cúbicos mensuales). Sin embargo, en León y Ciudad Real el ascenso ha sido mínimo con un 0,2% y un 0,1%, respectivamente. Incluso en Alicante y Santander los precios han bajado, aunque sea muy poco hasta un 0,7% y un 0,3%, respectivamente.
Para llevar a cabo el estudio se han tenido en cuenta el ciclo integral del agua: las cuotas fijas y variables facturables tanto por el abastecimiento como por el saneamiento, alcantarillado, depuración y/o vertidos, junto a los posibles cánones o recargos relacionados con la mejora de infraestructuras, impulsión, sequía, etc.
A partir de aquí, se han analizado varios modelos: una vivienda con tres habitantes y un consumo mensual de 9 ó 13 metros cúbicos, con un contador de calibre 13 ó 15 mm. Sobre los calibres, la asociación de consumidores principalmente cuestiona la existencia de una diferenciación de precios sobre la base del calibre del contador (13 ó 15 mm), porque “no existen razones técnicas para hacerlo”.
Además, reclama a los ayuntamientos que se ponga en marcha un “sistema progresivo de tarificación que refleje mejor el consumo de los hogares por número de habitantes”.
El objetivo tendría que dirigirse hacia una penalización del consumo excesivo en aquellos con pocas personas viviendo, por un posible despilfarro de agua, en comparación con domicilios en los que conviven más personas y al contrario el consumo es menor. Una tarificación de este tipo “sería más equitativa para la ciudadanía y asimismo permitiría premiar el ahorro con tarifas más asequibles”.
En palabras de Facua, “un precio unitario, sin considerar el número de personas por domicilio, impide conocer quién está realmente ahorrando en el consumo”. De la misma forma, solicita que las tarifas incluyan bonificaciones de carácter social que tengan en consideración colectivos desfavorecidos.
En relación a esto último, la entidad apunta que existen 38 ciudades que ofrecen descuentos en la tarifa cuando se trata de hogares de familias numerosas o con más de un número determinado de convivientes: más de cuatro, en Jerez de la Frontera, o más de seis, en Zaragoza.
Unas 18 localidades permiten una reducción de la factura en domicilios cuyos convivientes tienen pocos ingresos o están desempleados. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, el Canal de Isabel II, en 2020 bonificó los domicilios con personas afectadas por ERTES causados por la Covid-19. A su vez, en 13 ciudades los pensionistas o jubilados se benefician de otro tipo de descuentos.
Por otro lado, en el estudio se refleja que el 60% de las ciudades analizadas incluyen en sus tarifas diferentes cánones locales, provinciales o autonómicos para infraestructuras de abastecimiento, saneamiento y depuración.