Confidencias al calor del secador: famosos que acabaron liados con su peluquero

¿Cuántas confidencias se hacen entre cepillos y secadores? Muchas. Algunos peluqueros, de hecho, se consideran psicólogos de sus mejores clientes. Cuando la confianza va un paso más allá, el amor puede surgir sin importar la fama, la posición o el dinero. Estas cuatro historias lo demuestran.

Se conocieron entre bambalinas, concretamente en la zona de Maquillaje y Peluquería de 'Crónicas Marcianas', el late night que mantuvo a España insomne durante ocho temporadas. Sardá, convertido en una auténtica estrella, se enamoró de su peluquera, Ana Gutiérrez, y con ella inició una historia de amor que aún continúa. Se casaron en 2006. El periodista dijo entonces estar orgulloso de convertirse, por fin, en "el marido de la peluquera". Hoy forman una familia feliz junto a Helena, fruto de su primera relación con Rosa María Grau. Aunque estudió Ciencias Políticas, Helena trabaja en Qatar como periodista y en alguna ocasión ha coincidido con su padre en algún plató de televisión.

Buscando en el baúl de los recuerdos, encontramos la historia de amor entre Karina, la voz española de los 70, y el peluquero Juan Miguel Martínez. Se conocieron en una de las galas de la cantante, un auténtico ídolo de masas, y se casaron en 1988. Era el tercer marido de la artista, que ya había contraído matrimonio con el productor musical Tony Luz, artífice de su éxito, y con el actor Carlos Díaz, padre de su hija Azahara. Con el castellonense Juan Miguel Martínez, fue madre de Rocío, pero solo fueron familia dos años. En 1990, el matrimonio se separó y no fue exactamente un divorcio feliz a causa de la custodia de Rocío. Hoy, sin embargo, muestran en redes su imagen de abuelos separados, pero unidos por el amor de sus nietos.

Jon Peters, hoy productor, fue en sus inicios el peluquero de las estrellas. Y, como tal, enamoró a la mayor estrella americana de los años 70: Barbra Streissand. Peters, descendiente de cherokees y víctima de abusos sexuales en su adolescencia, logró tener a los 21 años varios salones en Los Ángeles a los que acudían las actrices más prometedoras de Hollywood. Así conoció a Lesley Anne Warren, con quien estuvo casado entre 1967 y 1977, momento en el que conoce al huracán Streissand. Con ella se inició como productor cinematográfico por todo lo alto: nada más y nada menos que el remake de 'Ha nacido una estrella'. La relación, sin embargo, no fue tan exitosa. Se separaron en 1982.

Se conocieron hace años en Plaboy, la mansión de Hugh Hefner, dueño de la famosa revista, y se casaron en 2020, varios desfases después. Su matrimonio fue efímero: solo 12 días. La exuberante rubia dijo que se había precipitado al casarse con Peters, que a sus 74 años ya no era dueño de ninguna peluquería, sino uno de los grandes magnates del cine. La revelación de Anderson motivó que Peters compartiera la auténtica razón de la ruptura. De acuerdo con su testimonio, durante su breve relación, invirtió más de 200.000 dólares (180.000 euros) en pagar las facturas pendientes de la actriz, que no tenía manera de afrontarlas. Más allá de sus deudas, el empresario habría pagado costosos estilismos. ·Dejé todo por Pam. Ella tenía casi 200,000 dólares en facturas y no tenía forma de pagarlas, así que lo hice yo y este es el agradecimiento que recibo. No hay peor tonto que un viejo tonto".