Los hospitales británicos han comenzado a probar una herramienta que, a través de la inteligencia artificial, es capaz de detectar tumores pequeños signos de cáncer que pueden pasar desapercibidos en una revisión rutinaria médica.

‘Mia’, así se llama, ya es todo un éxito en los centros hospitalarios de Reino Unido y es que allí ha analizado alrededor de diez mil mamografías en las que ha podido encontrar células cancerígenas, algunas ya identificadas por los sanitarios, sin embargo, un total de 11 de ellas sin haber sido diagnosticadas tras haberlas observado estos últimos.

La razón es que existen algunos tipos de cáncer que en sus etapas iniciales, como consecuencia de su pequeño tamaño y su ausencia de síntomas, son difíciles de señalar. De esta manera, existe la posibilidad de detectar tumores en su fase temprana y cuyo descubrimiento supone un menor impacto de sus desencadenantes, así como la opción de someterse a un tratamiento más sencillo. De hecho, en los pacientes con masas cancerígenas menores a 15 mm en el momento de su diagnóstico, la tasa de supervivencia asciende hasta el 90%.

Del mismo modo, el utensilio reduce el tiempo de espera tras los análisis desde 14 a 3 días, según explica su compañía desarrolladora, ‘Kheiron Medical’.

A pesar de las grandes oportunidades que ofrece, posteriormente las imágenes clínicas deben ser revisadas por un profesional médico. En el caso del ensayo mencionado, dos radiólogos se han encargado de visualizar las radiografías.

Además, para poder “educar” a la IA es necesario proporcionarle datos, implicando esto el consentimiento de los pacientes. Es por ello que tampoco tiene acceso al historial médico de estos últimos, lo que significa que, en ocasiones, tal y como ha ocurrido en la investigación, ha identificado quistes que ya habían sido tratados anteriormente por médicos y categorizados de benignos. Aun así, aunque incapaz de sustituirles, supone todo un apoyo para los expertos.

Sin embargo, la IA no es la primera ni la última herramienta capaz de detectar el cáncer de mama. De hecho, el pasado mes de enero investigadores de la Universidad de Florida y de la Universidad Nacional Yang Ming Chiao Tung desarrollaron un dispositivo que detecta los biomarcadores de la dolencia con una muestra de saliva en solo cinco segundos.

También es posible hacerlo a través de una muestra de sangre, tal y como sostiene una nueva metodología de análisis del ADN llevada a cabo por Iñaki Comino-Méndez y Emilio Alba, del Centro de Investigación Biomédica en Red en Cáncer de España, que mediante secuenciación masiva permite la detección de presencia del ADN liberado por las células tumorales.

En la actualidad se produce un mayor número de casos de la enfermedad aunque se diagnostican antes y mejor. En cáncer de mama, por ejemplo, hace solo cinco o seis años, las cifras eran 27.000 casos nuevos en España. A día de hoy, superan los 34.000.

Según el oncólogo Javier Cortés, "frente a estos datos, el cáncer, y el de mama en particular, cada vez se cura más. Incluso en los tumores más agresivos, estamos intentando cronificar la enfermedad".