Según los datos de la agencia IPG Mediabrands, que a finales del pasado ejercicio hicieron un estudio acerca del número de solteros en nuestro país, en España hay aproximadamente unos 14,4 millones de personas sin pareja, ya sea porque nunca la han tenido, porque se han divorciado o porque se han separado. Es decir: alrededor de un 34% de la población es soltera. 

De acuerdo a este estudio, este porcentaje de solteros tiene un reparto semejante entre hombres y mujeres, acumulando los hombres un 52% y las mujeres un 46%, mientras que la edad media se sitúa en los 40 años. Y por Comunidades, las que más personas solteras, divorciadas o separadas son Canarias, Madrid y Murcia.

Si bien es cierto que no hay absolutamente nada malo en estar sin pareja (el amor romántico no lo es todo, a fin de cuentas), sí puede darse el caso de que en algunas fechas nos sintamos un poco nostálgicos por una vida que no es nuestra. Y aunque no hay ningún remedio para curar la soltería (más allá, quizá, del típico consejos de salir a conocer gente), en nuestro país sí hay un lugar con una curiosa leyenda que promete acabar con el mal de amores. 

Hablamos de Pampaneira, un pequeño municipio ubicado en la comarca de La Alpujarra, en la provincia de Granada (Andalucía). Con una población de unos 319 habitantes, según las últimas estadísticas del INE (Instituto Nacional de Estadística), este pequeño pueblo destaca no solo por su leyenda sobre el amor, sino también por sus ríos, montañas y la belleza de sus casas y callejuelas. 

Este conjunto le ha hecho merecedor en dos ocasiones del Premio Nacional de Turismo y del primer galardón del Embellecimiento de Pueblos, por lo que resulta un destino ideal incluso para aquellos que no tienen problemas de pareja y quieran pasar un fin de semana tranquilo. 

Aun así, la fama del pueblo viene de una leyenda y, más concretamente, de una de sus fuentes: la fuente de San Antonio. Según la leyenda, el que beba agua de esta fuente y lea el verso grabado en una de sus baldosas encontrará pareja en muy poco tiempo, así que si crees en la superstición y te preocupa pasar otro año soltero, aprovecha para organizar una escapada a este pequeño rincón. El poema, como curiosidad, reza: "No digas nunca de esta agua no beberé / pues esta fuente que aquí ves / es fuente de virtud y tiene tal magnitud / que a beber su agua invita: / la confirmó un devoto / que feligrés fue de esta Iglesia. / Y soltero que la bebe con intención de casarse / ¡No falla! pues al instante... / novia tiene ¡ya lo ves!". Bastante claro, ¿no?